"Plein aire" junto al Guadalquivir

                                     

                         " Orillas del Guadalquivir"

         Este fue el lugar elegido por el  grupo de Acuarelistas de Sevilla para pasar una jornada  pintando, a "plein air", la belleza de estas orillas del Guadalquivir, único  río navegable en España,  a su paso por la localidad de Coria. El día  aparecía espléndido y el sol  lo inundaba todo por lo que resultaba aconsejable buscarse algo de sombra.  

             

              Música 

Vistas del río y Coria al fondo

Grupo de Acuarelista de Sevilla

                        Como puede verse el grupo que acudimos a la "cita" fue bastante representativo y con mucho ganas  de "hacer algo "... Así que nos distribuimos por las dos orillas, tras cruzar el río con una barcaza que habitualmente facilita el traslado de personas y vehículos. 

                       

            Son muchas las veces que me pregunto si "el acto de pintar en la calle", a la vista del  paseante curioso y ocasional, no es un hecho cultural de gran valor en sí mismo, independientemente del resultado final de la obra...  Por eso me gusta fotografiar esos momentos tan creativos.

             Unos cuantos elegimos pintar sobre un viejo embarcadero, algo deteriorado pero con una vista magnífica  sobre el río.

             La barcaza de transporte iba y venía, haciendo la travesía de orilla a orilla,  y algún que otro barco  de gran tonelaje  que se dirigía  al puerto de Sevilla y  pasaba ante nosotros moviendo el agua y también nuestro frágil embarcadero, cosa que nos ponía un poco nerviosos... 

           

           Como puede verse el viejo  suelo de madera del embarcadero estaba algo deteriorado y esto nos obligó a trabajar  con ciertas precauciones...

                   



                   Pintamos por la mañana y por la tarde y, entre una y otra sesión,  una buena cerveza acompañada de las tapas del lugar. 

           Cada orilla tenía unas características propias que las diferenciaba: una, más salvaje y con gran  frondosidad por la  masas de árboles; la otra, más despejada y con  barcas de pescadores con sus aparejos que les daban una nota muy pintoresca.

                    Es curioso observar la concentración y el silencio que se produce cuando se está trabajando... Sobre todo al principio, es el momento de las decisiones ("sufrimiento" en la mayoría de los casos) sobre todos los problemas de composición, colorido, luminosidad, reservas, etc.  

                    También yo estaba en el pequeño embarcadero y reconozco que tuve mis problemas al situar el caballete porque casi se me cae entre las viejas y desvencijadas tablas  de la pasarela.

             Llevaba tiempo sin salir a pintar  paisaje del natural y quizá por eso me costó un poco más organizarme pero cuando consigo  centrarme  en el tema, la cosa ya cambia... y se llega a disfrutar.

                  Así quedó el trabajo  "in situ", después, ya en casa y  con ayuda de alguna fotografía, lo  completé y le dí mi interpretación personal. Esperemos que la próxima vez salga mejor porque es verdad que se aprende mucho, sobre todo de los fallos.

"De orilla a orilla"  

  Acuarela. Papel grano fino. (41 x 29 cm.)

"Barcas del Guadalquivir"  

Acuarela. papel grano fino. ( 41 x 29 cm.)

             Este es el segundo trabajo que hice por la tarde. Igual que el de la mañana, lo tuve que completar en casa. El tema era algo más complejo y exigía cuidar más los detalles del primer plano de las barcas. Estoy algo más satisfecho con este trabajo.

               Es, sin lugar a dudas, el esfuerzo continuado y la ilusión por  avanzar lo que nos llevará con el tiempo a mejores resultados por lo que no hay que desanimarse y seguir trabajando.. 

               Y al final de la jornada viene la muestra del trabajo realizado. Momento muy enriquecedor para cambiar impresiones y ver la diversidad de planteamientos que se pueden hacer ante unos temas muy parecidos. 

                 También de reconocer que casi siempre los resultados se quedan por detrás de las pretensiones pero lo importante es, no solo el trabajo final, sino todo lo que le ha rodeado durante la jornada. 

                     Con esta música  de Bethoven y la "historia" que la acompaña, agradezco vuestra visita y os animo a que participéis  con vuestras impresiones y experiencias    en el espacio de Comunicación que vienen a ser los Comentarios.

 Muchas gracias por vuestra presencia.

      "Sonata  Claro de luna"

 .    

                   Finalizo esta entrada con el "Himno de la alegría" y  la dedico a Elías y su equipo como agradecimiento por la brillante gestión  realizada al frente de la Vocalía  de la Agrupación de Acuarelistas de Sevilla. Gracias compañeros.

         

COLABORACIONES    _________

   Franz

            Bello ritrovarsi tutti insieme e dipingere dal vivo,complimenti a tutti!

Inma  Valderas

               Muy buena la crónica de esa jornada de pintura y amistad. Como en ocasiones anteriores describes muy bien, tanto de palabra como en imagen, cómo fue la jornada. 

          Me sigue admirando la rapidez con la os organizáis y sois capaces de acabar una obra con tan poco tiempo. Comprendo el "sufrimiento" que comentas, sé que a mi me resultaría difícil, aunque con un paisaje así dan ganas de probar.

Carlos  Sarrate

             De tus reflexiones me apunto a ésta que haces de si el pintar en la calle no es un hecho cultural con valor en si mismo. El otro día Noemí colgaba un video sobre los concursos de pintura rápida los cuales, cosa que no sabía, se ve que sólo se hacen en España. Que eso tiene un valor cultural, que el despliegue de los pintores da vida a las calles de los pueblos y es de por sí un espectáculo es cosa sabida: anima una fiesta mayor etc. Sin embargo, más allá del acto cultural ritualizado (con la inscripción y el sellado de la obra, la realización, la entrega, el acto de los premios, las felicitaciones y frustraciones, el dinero...), también llevo años preguntándome si el mero hecho de salir a pintar en solitario o en grupo no es también eso que te preguntas. Siempre se ha pintado en la calle, pero parecía que la época del auge del pintor plein air había desaparecido como fenómeno. 

             Hace unos casi diez años que pinto en la calle o al menos dibujo y desde el primer momento me pareció que aquello prometía. No hace muchos años que la gente con alma de "organizador" han montado urban sketchers, sketch crawls y demás, y parece que la afición va en aumento.

           Han pasado unos pocos años para ver que la intuición se confirma. Mi opinión es que esto crece como una acción que contrapesa la vida virtual, contrapesa la vida dispersa y contrapesa la soledad. Lo último es fácil de entender si uno va en grupo. Pero lo otro sigue estando ahí incluso en solitario: frente al auge de las tecnologías esto parece un regreso a la artesanía. 

         Frente al auge de los mil estímulos del consumo, esto parece una pausa meditativa. La pura meditación es más bien contemplativa, mientras que aquí la tensión de la atención mantenida -que cuesta tanto- se alivia con la acción de plasmar en el papel o soporte tu interpretación de lo que estás manteniendo en la atención. 

              En los momentos en que veo la cosa con más optimismo pienso que, cuando se te acercan niños o adolescentes, o no tan jóvenes, el acto cultural se convierte en acto de una profunda pedagogía: estás diciendo que ésta es una manera de ocupar el tiempo que construye y no destruye. Y es evidente, pues tu gesto lo anuncia y proclama, que te lo estás pasando muy bien sin hacer nada de ruído...

Por cierto, qué envidia esto del Guadalquivir!



Mega

          Me he entretenido un ratito con esta preciosa entrada, eso de pintar con los amigos y al aire libre es toda una experiencia siempre positiva, además puedes comparar las distintas versiones del mismo paisaje que enriquece un montón, tus dos acuarelas me parecen magnificas me gusta muchísimo la primera tiene un colorido espectacular.

Sonia  Aguiar

         Muy bonitas tus dos acurelas con un colorido muy bien integrado. Me gustan las fotos porque así conozco el entorno y la música sublime.



José  Ignacio  Velasco

        De este día tenemos buenos recuerdos y buenos trabajos acuarelísticos. Sabemos como bien dices la dificultad que encontramos al salir e intentar plasmar en papel lo que vemos pero, además, si bajo nuestros pies solo tenemos tablas que se balancean con el oleaje de los barcos que pasan, doble dificultad. 

      De todas formas y a pesar de todo la jornada fue enriquecedora y disfrutamos con nuestra pintura y la de los compañeros. 

Cuadernos, garabatos, acuarelas y apuntes varios son excusas para pasar un buen rato entre amigos.

      Magníficas acuarelas en un sitio que se lo merece, enhorabuena.

Saludos