Paisajes de la Rábida

                                     

       "Ría del Odiel"    (Detalle)

              En la entrada anterior (Encuentros de acuarelistas de Andalucía) concluía prometiendo una continuación de la misma con la presentación de  mis trabajos.  Pues bien, aquí están  ya.

                  Fueron tres que, como ya indiqué,  no los pude terminar "in situ" y los tuve que finalizar en casa con ayuda de la información que me traje y la experiencia de haberlos comenzado allí. No es lo ideal pero, en mi caso, así ha sido.  

                                              "Ría del Odiel"    La Rábida. Huelva

                    El presentar    el proceso, que he seguido  en "varios pasos", no tiene ninguna   finalidad  ejemplarizante, como ya he señalado otras veces,  ya que muchos  amigos de la acuarela lo harían de muy diversas formas y con resultados mucho mejores. 

               El motivo que me mueve no es otro que animar a las personas que visitan estos blogs  y que sienten la inquietud de iniciarse y  aventurarse en esta senda tan sugestiva y, a la vez, tan complicada que es la Acuarela. A ellos especialmente van dedicados estos desarrollos.

Para acompañar las imágenes...

                                                    

Música  y canciones de  ENYA

I.- Acuarela

             La primera tarde elegí esta panorámica de la ría,  vista entre  pinares situados en altura y desde los que se divisaba la otra orilla del Odiel con el Polo  de Industrias Químicas, foco siempre problemático de contaminación para estos parajes  de tanta belleza. 

  "Naturaleza frente a la industria química".       
  Ría del Odiel. Huelva

               Procuro ir "ligero de equipaje" y  arreglarme sin caballete porque los tres formatos que  utilicé eran medianos y muy manejables: una bolsa con los útiles de pintura y dos sillitas plegables es  todo el material, muy fácil de transportar.

        Tras elegir y "estudiar" un poco el tema, comienza el dibujo muy simple con líneas generales y muy suaves.

    A continuación  sigo con unas manchas generales que dominan la composición. Lo ideal es acertar "a la prima" pero no siempre se consigue y es necesario matizar  algo posteriormente. 

                 Voy completando el "escenario" sobre el que  habrá que colocar después los "personajes" que, como decía el maestro del paisaje Carlos de Haes, siempre son los árboles.

                  Como puede apreciarse,  estos "pasos" ya los estoy realizando en casa  con apoyo de la información fotográfica que pude recoger allí.

               Es el momento de realizar los "detalles", matizar  el color, reforzar sombras, en suma, ir acabando  el trabajo... 

            Me gusta tener "a la vista" la acuarela  varios días porque me ayuda a  "descubrir" algunas cosillas, aunque también esto puede ser un peligro... Es como si el cuadro te pidiera algo... Esto, sin duda, es mejor cuando se trata de óleo. 

"Ría del Odiel".       

  Acuarela. Papel grano fino.  (40 x 32 cm.)

II.-  Acuarela

Monasterio de La Rábida.       Huelva

                La mañana del sábado, tras visitar el Monasterio y  recordar la figura de Cristobal Colón y toda la aventura del Descubrimiento, me situé con algunos compañeros frente al emblemático edificio. 

            El contraste entre los sillares de piedra gótica y los añadidos propios de la arquitectura popular de Andalucía ofrecen un aspecto singular con grandes contrastes.

                 Me situé en un banco y,  tras el dibujo inicial, comencé  con las primeras aguadas realizadas con pinceladas amplias y sueltas, fundiéndolas con la humedad del papel. El cielo estaba gris y el ambiente era algo frío.

             

          Algunos visitantes  de fin de semana hacían más concurrido el lugar con el aliciente de ver "pintores" en su salsa, algo que siempre resulta un poco "pintoresco"...

                  En estas primeras manchas generales, me preocupaba el conseguir ciertas matizaciones en el color sin perder la luminosidad y transparencia del papel. 

   Poco a poco fui construyendo el resto del conjunto, procurando cuidar la limpieza y transparencia del color como ya he dicho. Estos pasos ya los tuve que ir completando en casa como ocurrió con el trabajo anterior.

                       Van apareciendo  árboles y los detalles del edificio (ventanas, puertas, cornisas, personas, etc). Como puede verse siempre de lo general a lo particular y concreto.  Unas veces trabajando sobre el papel humedecido y otras en seco con resultado esperados y distintos.

       "Monasterio de La Rábida"    

Acuarela.  Papel de grano fino. (40 x 32 cm.)

III.- Acuarela

          Ya por la tarde  bajé de la colina donde está enclavado el Monasterio  y, desde abajo,  esta vista del pinar me pareció interesante. Así que me dispuse a comenzar el trabajo. 

         

                                       
                                                 "Pinares de la Rábida"      Huelva.

             Estaba solo y la sensación al comenzar era singular y extraña: un gran silencio, grandiosidad y soledad al mismo tiempo en medio de la Naturaleza y frente al papel blanco que no sabemos si nos  mira con complacencia  o nos desafía, también en silencio...     

              

            Despliegue de materiales de forma un poco improvisada, estudio atento del "motivo" (composición, formas, color, detalles, etc.) y comienzo del dibujo.

       Tras las aguadas generales, respetando las zonas de mayor luminosidad, hago un descanso  y "estudio" lo que va apareciendo... 

            Siempre arriesgando y con la incertidumbre del resultado final  pero con la motivación de que "algo" va saliendo ya ... 

                  Al poco rato  ya no hay soledad. La pintura, los colores, el papel y el agua son compañeros solidarios en la "aventura" de pintar. 

             Estamos a una... y hay que darse prisa porque la tarde se va agotando y la luz comienza a marcharse... así que termino por recoger con el tema "inacabado" y pendiente  de finalizar en casa.

      "Pinares de la Rábida".     Huelva. 
 Acuarela. Papel grano fino. (40 x 32 cm.)

            Hasta aquí estas jornadas de Encuentro con amigos  acuarelistas  de las que conservo un grato recuerdo por la amigable convivencia,  porque se aprende mucho de los demás y también por  los retos personales que hay que afrontar. Ilusión, trabajo y constancia son las claves de todo esto que espero os anime a participar en  vuestra propia aventura...

                           En una reciente conferencia de la Agrupación decía  el ponente, un pintor joven y con ganas de luchar, que para él era fundamental pintar lo que sentía.  La sinceridad en el pintura  era el mejor camino de valorizar lo que hacemos. Es necesario estar abiertos , aprender, cambiar impresiones pero, al final, siempre estamos solos ante el papel  y nuestra propia "historia"...

               Algo de esto es lo que he intentado "contar" en esta entrada.

                                          

           Agradezco la visita e invito, como siempre, a participar con algún comentario o experiencia para que la Comunicación sea más rica y fluida.

COLABORACIONES  _____________


Juan  Valdivia

        ¡Excelente entrada!

   Las fotos de lujo, las acuarelas una maravilla, tus comentarios tan didácticos, tan oportunos...

Y todo el conjunto tan cuidado. 

      Sí señor, entrar en tu blog es como abrir un buen libro donde aprender, recrear la vista y gozar de la lectura.

Un abrazo y enhorabuena

Pablo Gallardo

              Como todas las anteriores, tu entrada es una maravilla.

            Como te dijimos el otro día, comiendo churros, muchos seguimos tu blog, pero es cierto que comentamos poco; quizás porque no se nos ocurre qué decir ante un trabajo tan cuidado, completo y meritorio.

Enhorabuena.

Carlos Sarrate

          Soy partidario de acabar los trabajos hasta donde pida el cuerpo y parece evidente que el cuerpo te pide escuchar la llamada del papel que te susurra "lléname más". Tampoco me parece que haya que comulgar con la idea de que una acuarela deba quedar medio acabada, con la dictadura de la soltura o cualquiera de las modas de lo que debe ser una acuarela. El deber ser nunca está formulado y nadie te dirá que lo obedezcas, pero la gente sigue su dictado que se deja oir en formas muy variadas. 

           Te hago esta introducción porque, con todas las contradicciones que me supone y de todos modos, me gustan mucho más las dos versiones incompletas que presentas de la I y de la III.

             Puede que estemos de acuerdo en lo que se ve -no sé- pero te entiendo de veras si me dices que, pese a estar de acuerdo, oyes los cantos de sirenas de la acuarela que pide ser "acabada". Como a mi me sucede siempre estoy especialmente sensible a cómo alguien puede no ver que los sucesivos repintados de la 3, p. ej., ni añaden más riqueza o belleza, ni lo dejan mejor construído, ni explican mejor el tema, ni sugieren elementos...

           Conclusión: sólo una opinión de lo que a mi me gusta más.



Inma  Valderas

                 Ya te he comentado en otras ocasiones cómo entiendo perfectamente esa "llamada del papel", como explica perfectamente Carlos Sarrate, y lo difícil que es no escucharla. Es cierto que tienes un estilo propio, muy detallista a la hora de pintar, eso es lo que sinceramente sientes. Supongo que será la práctica y nuestro afán por aprender lo que hará que podamos "ver" y no sucumbir a la llamada porque sentimos que ya no aportará nada.

            En todo caso, enhorabuena por estas nuevas obras, me gusta mucho "Los pinares de la Rábida". Y gracias por tan detallada y cuidada explicación. Da gusto venir a visitarte

Arístides  Artal

                 De todo el material del gran paisajista inglés J.M.W. Turner quería fijarme en dos cuadros significativos: “Snow Storm: Steam-Boat off a Harbour's MouthSnow Storm” o el mítico “Rain, Steam and Speed”. Ambos podrían llegar a ser abstractos stricto sensu, sino fuera porque en uno asoma la chimenea de un tren y en el otro un mástil de un barco, con sus cabos y su bandera. 

         Aquí vemos como realismo y abstracción pueden convivir perfectamente. No es cuestión de abocetar o detallar, como comenta Carlos, sino de gozar de la intuición suficiente para saber que en cierto lugar del lienzo tengo que detallar porque conviene o toda una zona es bueno difuminarla porque también conviene. 

       Una vez más es cuestión de sensibilidad.

Amelia

              Gracias por mostrar como trabajas la acuarela. Esta técnica la encuentro muy difícil y tú la dominas con gran profesionalidad consiguiendo unos magníficos resultados. Me gusta mucho como trabajas esas aguadas tan difíciles de rectificar.  Mi enhorabuena y feliz verano.

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